jueves, 5 de mayo de 2011

Le escribí una carta de mi puño y letra, pero...





Hola!

Me dio pena cuando la vi ahí tirada y rota.
Sentí un poco de tristeza cuando la descubrí, destruida y hecha jirones; pedazos solo quedaban de ella.
Me dije a mi mismo que ese no era el destino que yo quería para ella.
Y la seguía mirando.
Mis letras escritas en vano…
La carta yacía en el suelo, rota.
La carta a la cual me esforcé en ponerle mi mejor letra había sido despreciada.
Ella la había hecho pedazos.
Nunca supe si se tomó o no la molestia de leer lo que en ella había escrito, o si solo la rompió y la aventó al piso como se avienta la basura.
Letras escritas en vano…
Aún recuerdo cuando solo era una hoja de papel en blanco.
Muda.
Le quise hacer un poema, pero en ese tiempo no sabía cómo hacer sentir bien a una chica a través de las letras,
Así que copie un poema que leí en una revista, ni siquiera era un libro.
Tratando de usar mi mejor letra, me tarde más de una hora en escribir media cuartilla. Trabajo harto difícil para mí, que tengo tan mala letra.
Cuando por fin termine, sentía que había terminado una obra maestra y…
No era cierto!
Mi obra, ora ya despojo, pasaba a formar parte de la basura de la banqueta.
Y ella, en algún lugar se reía de mí, gracias a esa carta que con tan bonita letra le escribí.
Con el tiempo, descubrí que no me dolió ver mi carta hecha pedazos.
No, estoy seguro que eso no fue.
Lo que me dolió es que yo me haya tomado la molestia de copiar un poema que no causo ningún efecto positivo en esa chica.  
O sea, si hubiera salido elegir un buen poema, tal vez ella no lo habría tirado.
La culpa no fue mía, fue culpa del escritor del poema!
Por eso, desde ese día jure solamente escribir poemas e historias de mi propia imaginación!
Si, por que ahora ya uno no se puede dar el lujo de copiar un poema malhecho. Mejor lo hago yo mismo!
Al menos, me gusta la idea de que las personas que tienen una carta mía en algún lugar de sus recuerdos, tienen una muy buena carta.
Tal vez escrita con mala letra, pero escrita con toda mi sinceridad.
A veces creo, que son más las cartas que me negué a entregar que las cartas que entregue.
Pero bueno, el tiempo ha pasado ya.
Y los años han caído sobre mi espalda
Y…
Deje de escribir cartas a esta chica, a la otra y a sus amigas para…
Solo escribirle cartas a la mujer que amo.

Adiós!!!