domingo, 7 de noviembre de 2010

10 cosas que…


Hola!

Estas son las 10 cosas que nunca perdonare y que solo atañen a las cosas que sucedieron durante mi estadía en la universidad…

·         Mi personalidad disfuncional, la suma de mis egos alterados y mi bipolaridad que, aunque no sea creíble, provocaron lágrimas en algunas mujeres a las cuales llegue a querer demasiado y que en su momento no me di cuenta de que tanto llegue a ser dependiente de esas mujeres.

·         Que hubo una vez una persona quien impidió la realización de uno de mis extraños cortometrajes para dar paso, en su lugar, a una exposición donde ella se luciría y donde, a fin de cuentas se lucio nadie.

·         Que se divulgara entre cierto sector de la población estudiantil que yo era un adorador de la “santa muerte” cuando en verdad solo soy creyente de Dios, de su hijo unigénito y de la sabiduría que de ellos procede. Y lo que es peor es que en el salón si hubo quien la “adoraba”, pero era otro y no yo.

·         Nunca de los nunca debí alejarme tanto tiempo de mi hermana pequeña, ese año que estuve sin ella, y ella sin mí, fue el año en que los dos vivimos en peligro (aunque cada quien a su manera) y ninguno de los dos se dio cuenta. Por eso al año siguiente extendí mi halo de protección hacia mi hermanita, trate de apartarla lo más que pude de todo lo malo e inicie el rescate que… por fin dio frutos: Hoy ella es un ser nuevo, volvió a nacer. Algo bueno salió de esto, caray.

·         No haber sacado los suficientes dieces en la carrera, aunque… siempre me ha gustado más el camino difícil. ¿Quién dice que le tengo miedo a unos sinodales?

·         No haberme tomado una foto con mi profesora consentida, admirada, maravillosa, y siempre bien arreglada. Siempre se la pedí, o eso creo, y ella siempre me dijo que sí; pero por una circunstancia u otra nunca nos tomamos tal fotografía (aun con la cámara en mano).

·         Siempre quise, y hasta insistí, ser amigo de las “Bratz”, amigo del “Cuartel”, amigo de todos y todas… pero solo pude brindar y recibir sincera amistad, y no migajas, de solo dos personas. Es una locura que habiendo tantas personas en un salón de clases solo pueda enorgullecerme de dos de ellas. Y es cierto, no soy monedita de oro pa’ caerle bien a todos; pero sinceramente los demás no se esforzaron demasiado conmigo.

·         No perdonare a aquella visita que llego aquel sábado (que no recuerdo la fecha, pero en el blog escribí algo acerca de esta chica) para re-aparecer después de casi quince años de no verla para después usarme como su paño de lagrimas y posteriormente a ese sábado cortar para siempre toda comunicación conmigo sin haberme explicado los que’s y los porqué’s. Pienso que toda persona tiene derecho a saber porque se le ignora, incluso yo. Pero bueno, aunque no te perdono se que lo que hiciste fue lo mejor para los dos. Igual gracias.

·         No me perdonare haber sido siempre yo mismo, haber sido mi propio hombre; y no ser el hombre que los y las demás esperaban. Nunca me gusto la hipocresía ni andar adulando a la menor provocación. Decidí ser yo y jugar con mis propias reglas, si a los demás no les gusto pues que bueno, y si les gusto pues convirtamos este velorio en una guasanga.

·         Es cierto, durante mi servicio social fui un muy buen docente, pero yo quería serlo aun más. Quería ser un excelente docente. Pero como dijo Terminator: “Volveré”.

Adiós!

1 comentario:

  1. YA QUE RECONOCISTE LO QUE TE AFECTO, AHORA BUSCA LA MANERA DE PERDONAR NO A ELLOS SI NO ATI!! Y ASI PODRAS BORRAR LO QUE TE AFECTA DE TU MENTE!! SABES QUE TE DESEO LO MEJOR!!! G.H.

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