domingo, 7 de noviembre de 2010

“The Old School”



Hola!
No sé si es la mía imaginación o solo son los delirios de un anormal, pero de un tiempo a la fecha me he desencantado enormemente por las nuevas cosas que han llegado para quedarse y al mismo tiempo extraño las cosas que la mayoría de la gente ha ido dejando atrás.

Usted sabe de lo que hablo, y yo digo usted porque si dijera “tu” simplemente no entenderías nada… Usted sabe a lo que me refiero. Usted que de niño escuchaba canciones de Cri-Cri en la radio o escuchaba atento las narraciones que sus parientes mayores le contaban de tiempos pasados en los que todo parecía más fácil y más simple.

Usted sabe, lo sé. Usted que cuando era un chiquillo rondaba la cocina de la abuela viendo todos esos pozillos de barro colgados en las paredes que nunca nadie uso, pero que daban una apariencia agradable a esa cocina; usted que se deleitaba con el pan dulce y el chocolate caliente que siempre fue la costumbre consumir en la cena.

Usted que cuando niño leía ávidamente los libros que su padre adquirió cuando era joven y soñaba con un futuro, aunque no sabía lo que le depararía el futuro y, aun así, al soñarlo lo creaba. Usted que aprendió más de las letras impresas en un libro que de la misma escuela.

Usted, que leía poemas y cultivaba rosas para la amistad sincera.

Usted que tuvo una novia de permiso, un primer beso, un primer amor, una primera vez que nunca será olvidada… Usted que aun recuerda su primera cita como si hubiese sido ayer.

Usted, ¡maldición!, usted, se que lo sabe… Aun recuerda sus primeros años de rebeldía y las primeras cicatrices de los primeros golpes; si se fija bien en alguna parte de su cuerpo aun conserva esa cicatriz que alguna vez fue una herida que parecía nunca dejaría de sangrar.

Si, usted sabe a lo que me refiero, sucedió ayer pero, de manera adversa, no pasara mañana.

La vida en lugar de mejorar solo nos ha traído comodidades  vanas, comunidades absurdas, comodidades venidas a menos… la vida transcurre a través de un velo ahora.

Isis con velo, extraño el tiempo que fue pero que ya no volverá a ser.
Antes teníamos más tiempo para nosotros y para compartirlo con los seres queridos, ahora solo tenemos más y más trabajo que nos garantizara un lugar dentro de esta vorágine consumista y solo un día semanal para dejar de ser el esclavo neo liberal (a veces bien, a veces mal pagado)  que el nuevo orden (nwo) demanda.

Antes y ahora. Comodidades que engordan, comodidades que enajenan, comodidades que aíslan al individuo y lo dejan a merced de la publicidad subliminal y el porno.

Con el velo puesto sobre los ojos, así estamos, así estoy… la diferencia entre ustedes y yo, es que no estoy preocupándome por esto que pasa, más bien estoy ocupándome. Esa es la diferencia que nos separa.

En verdad extraño esos años maravillosos, por eso me ocupo ahora del pasado, por eso no pierdo las costumbres con las cuales crecí, por eso guardo y sigo los valores con los cuales me criaron, por eso prefiero perder una amistad antes que dañarla con el veneno de la mentira, por eso oi! día suenan en mi cabeza canciones de amor de hace treinta años, por eso mi mano no cesara de escribir algunas cartas, por eso prefiero las películas de terror de las “viejitas” a los bodrios fílmicos del siglo XXI, por eso me gusta cuidar el agua, por eso trato de comportarme con rectitud, por eso cedo el paso a las damas, por eso existen en mi vocabulario las palabras mágicas: “por favor” y “gracias”,
por eso te espere el tiempo que hube de esperarte, no antes ni después sino el momento exacto…

Usted lo sabe, se que lo sabe, sé que mis letras no son letra muerta… se que alguien en alguna parte del mundo esta hastiado de esta era, de este nuevo mundo, de este ir y venir de datos vía “wireless”, de esta castración mental y de valores que justo en este momento esta propagándose en el aire, en la vista, en los oídos.

Inmersos vivimos y sobrevivimos en una nueva sociedad plus tecnificada para este nuevo mundo que da prioridad a las cosas materiales y desconoce las cosas por las cuales realmente vale la pena morir y vivir por ellas.
Inmersos pues, ignorando que solo cavamos la propia tumba; diciendo a nosotros mismos que todo está bien, que no hay problema… mientras la fiesta continúe.
Pero… la fiesta terminara.
Y cuando termine la fiesta de la humanidad, los hombres se hallaran absolutamente rodeados de comodidades superfluas y tendrán un hoyo donde antes debería de haber un alma.
Pero… será una civilización más deshumanizada, más alienada e insensible a su propia corrupción; proclive a dejar de llamarse “humanidad”.
El amor no existirá más.
 
Ahora que sabe que lo sé ¿Puede entenderlo?
¿Me ve en la Luz?
Este es un llamamiento… mantenga la conciencia alerta, expanda la conciencia, libérese de las ataduras invisibles.

Hey… si usted pudiera mirarme en este preciso instante, alcanzaría a ver dentro de mi mirada el fuego interno…  
“La sombra del guardián que retrocedía en el tiempo”

Si pudiera mirarme, míreme bien.

El infinito.
El antes y el ahora.

Puede conservar las cosas buenas del ayer en el presente, depende enteramente de usted.
O puede olvidar las cosas del ayer, decir que solo es el pasado y que viene lo mejor.
No sé la decisión que usted elija, yo solo sé que soy un hombre con la fortuna de haber vivido entre dos siglos y que ya he tomado la decisión correcta.
Me gusta la vida sencilla.

Adiós!

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