miércoles, 9 de junio de 2010

Nada Excepto Tormentas 12: El Grand Finale


 


Hola!
Es cierto, no fue fácil llegar hasta el final de la licenciatura.
Creo que la persona que diga que fue fácil… es una persona tonta. Se han omitido muchas cosas en estos tres años para darle prioridad a la escuela. Se ha invertido tiempo, dinero y esfuerzo.
De todos eso el factor tiempo es y siempre será el factor mas importante (mucho mas porque el tiempo es lo único que no puede recuperarse; el esfuerzo se retribuye, el dinero va y viene… pero el tiempo es cruel y es un enemigo invencible).
O como diría la canción: “Sabia virtud, de conocer el tiempo”.
Vi muchos desvelados el sábado, terribles victimas del tiempo y de la falta del tiempo (que ironía).
Como dato curioso fui el primero en llegar al salón, como a los quince minutos apareció la primera buena noticia: la otrora “kiddo”. Conversamos un rato muy pequeño, aun no puedo creer que vaya a conservar su amistad, ella es un caso especial. Sirvió de mucho en su debido tiempo y siempre le estaré agradecido.
Aunque también a su debido tiempo ella hubo de regalarme nada,
Excepto tormentas…
La procesión de alumnos seguía entrando poco a poco al salón: unos sonriendo, unos indiferentes; da igual… las únicas sonrisas que me interesaban eran las de la Hurí & Meche (y ellas no estaban ahí).
Me angustia desconocer el futuro que les depara a mis niñas, me preocupa saber que no estaré cerca de ellas o ellas de mi, si ellas caen o si yo caigo.
(¡Oh tu!, noche oscura del alma)
Dos horas casi tuvieron que pasar para enterarme de algunas noticias que se dan en los corrillos del salón. Algunas buenas, algunas malas, algunas totalmente insomnes a mi parecer.
Mmm… lo olvidaba, llego Rosalía con su bebe (que ya conocía por fotos), su bebe quiso que lo cargara, pero eso no pasó ni pasara.
Por supuesto que el tierno bebe también obtuvo de mí: nada,
Excepto tormentas…
Y luego, apareció de súbito la Hurí, casi atrás de ella llego Meche.
Y es aquí donde todo cambia y aparece un velo.
¿Un giro de 180°? Puede ser…
Y es aquí donde omitiré detalles para trasladarnos inmediatamente a la clase de mi profe consentida, que es de cierto,  es la única profesora que aun hasta lo ultimo sigue dando clases (menos mal que no ya no deja tareas porque me vomito): la que se pretende será conocida como la clase final fue algo así como un “nada excepto tormentas”, nada mas que oral (y no escrito), en vivo y en directo.
Así que la profe dio carta libre para que el grupo diera sus comentarios acerca de las experiencias vividas en la escuela en estos tres años que ya culminan. Pienso yo, que ella (Chabeliux) era la persona indicada para estar ahí en ese momento… quizás porque a pesar de su juventud ha demostrado ser la mas fuerte, la mas cabal y la mas serena de todos los asesores que han desfilado por nuestro grupo. Y lo digo así, porque es común que en estos recuentos los alumnos saquen el niño emo que llevan dentro y tal vez se pongan demasiado sentimentales al grado incuso de llorar…
Y eso fue lo que pasó, demostraciones de lágrimas por recuerdos del pasado. El pasado que no existe, porque solo tenemos el HOY. No hay siquiera un futuro, solo el día presente para vivirlo sin temor a las decisiones tomadas en el transcurso de ese día.
No recuerdo cuando fue la última vez que llore, ni el día ni la hora; es algo completamente intrascendente… lo único que se es que llorar no es algo de mi complacencia. Personas como yo deben ser realmente fuertes.
No hubo lágrimas en mí, no hubo nada,
Excepto tormentas
La materia no existe, solo el pensamiento.
La banda no existe, nunca existió.
Ni la tormenta…
La tormenta final es, fue y será a lo mucho una tormenta en un vaso de agua.
La tormenta final vino, pero pasó de largo; no tocó mis costas
Sus relámpagos y sus ráfagas de vientos no son más que un puñado de nada ante mi Fe.
Se extingue la tormenta, mírala como se merman sus esfuerzos por blandir mis costas con sus fríos trémulos.  
Mírala, como hace intentos por desmoronar mis playas y no consigue éxito alguno.
Sus vientos parecen silbar mi nombre llamándome a ir hacia ella, pero ¡Mírame ahora! estoy aquí impasible ante ella, ¡soy mi propia MONTAÑA!
No vales nada tormenta, no fuiste más que un soplido en el mar del Tiempo y del Espacio que se contrae infinitamente para volver de nuevo al vacio sin forma.
Te debilitas mientras yo empuño tus propios rayos, invencible ya soy.
Mírame coronado por el ojo que todo lo ve (te estoy “viendo” y te seguiré “viendo”).
Desapareces,
Te extingues,
Bien... has dejado de existir.

Adiós!

3 comentarios:

  1. wuolaaaaaaaaaaaaaaaaaassssssssssssss te acabas de ir y yo estaba mirando tu "nada excepto tormentas"
    si tienes razon, es lo ultimo el final de un inicio que nadie esperaba, pasamos tantas cosas que solo quedan los recuerdos de todo esto agradable o bien lo contrario. me he puesto a pensar que sera de nosotros de nuestras vidas!¿que rumbo tomaran?... sere capaz de desempeñar esto, bueno, bueno claro que podremos si queremos, fue un placer haber convivido contigo cada sabado, platicar de nuestras cosas tristezas, alegrias, que decir de nuestros relajos jajajajajja... todo eso queda en nuestros corazones, muchas gracias por motivarme y darme muchos animos, y sobre todo pork tienes ese lindo don de escuchar a las personas, creo que nunca te conoci mas que este ultimo semestre... bueno ya no seguire pork falta mi carta y no sabre que mas decirte ok cuidate que dios te bendiga siempre te kiero mucho ya me voy a dormir que ya es trade jejeje mil besos chao
    atte: huri (la niña de los ojos mas lindos jajajajaj)

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