Fuga Psicogénica (Segundo Preludio)

Hola!

“La luna esta mirando al gato”

Pensó en voz alta aquel ser diminuto y alado, al tiempo que se posaba sobre una rama de un árbol otrora frondoso ahora seco.

“La luna no tiene ojos y aun asi esta mirando al gato”

Respondió una luciérnaga a la pequeñita forma alada que reposaba sobre una rama de un árbol otrora frondoso… ahora seco.

“¡Hola! ¿Cómo te llamas?

Le pregunto el ser alado al insecto que no dejaba de dar giros en forma de ochos en el cielo negro y estrellado.

“No tengo un nombre, solo soy una loca luciérnaga; mas dime tu como te llamas, porque de seguro tienes un nombre, ¿No?”

Increpó la luciérnaga al bello ser que ahora miraba fascinada el sendero plateado que se acababa de formar bajo la Luna.

“Al nacer me pusieron por nombre Zaza. Soy un hada. ¡Mucho gusto!”

Respondió Zaza, la diminuta hada, al tiempo que extendía la mano para saludar a la luciérnaga (que se rió de ella pues las luciérnagas no tienen manos)

“Que bonito y extraño nombre Zaza, ¿Y que haces por aquí? ¡Este no es lugar para las hadas!”

Dijole el insecto.

“Fui enviada desde muy, muy lejos, de un frío lugar; para evitar que se profane la tumba del sombrío señor… del querido señor: ¡King Bohas!”

Respondiole Zaza al insecto, al tiempo que divisaba como la bruja y el gato se adentraban por aquel sendero mágico plateado.

Adiós!