domingo, 13 de septiembre de 2009

Nada, excepto tormentas (parte 1)


Hola!

El sábado 5 de septiembre fue mi día de perros,
Mi ánimo estaba más debajo de los suelos o aun más allá,
Salí del hogar familiar sin desayunar y a las prisas,
Llegue tarde a la escuela y me encontré con un asesor que me era desconocido pero que de todas formas ya todos conocíamos.
Me sentía muy mal; me coloqué en un asiento diferente al de siempre, me cambie de fila y no saludé, ni volteé a ver a nadie.
Apenas de reojo trate de divisar si la divina Krazy estaba en el aula, solo para encontrar…
Nada, excepto tormentas.
No estaba o no había llegado, lo cual destruyo mi ánimo hasta grados inimaginables
Es extraño lo dependiente que soy de ella.
Me empecé a sentir ansioso, inseguro, incomodo.
No pertenecía a mí.
Comencé a detestarme sin saber el porque.
La primera clase dio pena ajena, asi que me la pase dibujando extrañas formas en una hoja de mi carpeta.
La segunda clase fue una bocanada de aire fresco, pero no lo suficientemente necesaria para lo mal que me sentía.
La divina bella, y a vez preñada, de Mercedes me mando un mensaje de celular preguntándome si estaba enojado. No le conteste a la pobrecita, ni siquiera tome en cuenta que ella estaba a menos de tres metros de mí, asi que ella también obtuvo…
Nada, excepto tormentas.
Llego el receso y yo me sentía igual de mal, la adorada Krazy nunca llego.
Mercedes se levanto junto con las otras y se fue a comer.
Navili se quedo en la escuela, pero no quise o no le pude hablar a pesar de que en ese momento desesperadamente necesitaba su fuerza y su hermosa sonrisa.
Me sentía muy mal. Fui al Oxxo por algunas cosas, compre algo, regrese y volví a ver de nuevo a Navili, sola. Una parte de mi quería acudir con ella, pero puedo vivir sin ella. Siempre lo he hecho.
Pensé que no necesitaba una molestia como yo. Lo cual corrobore mas tarde cuando llego un asesor a platicar alegremente con ella y quede libre de toda culpa.
Esta vez no tendría nadie a quien acudir para refugiarme de mi mismo, nadie ni…
Nada, excepto tormentas.
En algún momento entre la tercera y cuarta clase, Mercedes se acerco a mí por atrás y rodeo con sus brazos mi espalda…me pregunto que me pasaba, me ofreció ayuda. Ella sabia que yo estaba mal y me ofrecía su misericordia o su lastima, pero yo no quería saber nada de ella. Le dije que se fuera, la corrí en sus propias palabras. En todo ese tiempo, nunca la mire a los ojos.
No quería que viera mi tristeza.
Estaba yo jodidamente mal.
Me esforzaba por no explotar sin motivo.
En otro momento, la sombra de lo que fue Kiddo (esa no es mas mi Kiddo) me hablo.
Vi que luce enferma.
Vi a Mía Farrow con la cosa adentro de su vientre
Ese embarazo la consume.
Krazy jamás llego, paso la última clase pero no pasaba mi malestar.
Tenía yo una tristeza espantosa y a la vez tenia…
Nada, excepto tormentas.

Adiós!

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