viernes, 9 de octubre de 2009

Proyecto 99: no, gracias (123)


14 de diciembre del 2001.

Hola!

Recorrió la fría piel blanca y notó que el sudor se acumulaba por debajo de los duros senos.

Tomó una navaja,

La afiló por última vez en un cinturón de cuero viejo.

La mueca retorcida surgió en el rostro y la mirada se hizo malévola.

(Se tu mismo, me dijeron)

La quijada de ella fuertemente apretó.

Sostenía la navaja con la mano izquierda y luego…

(No hay mañana)

Realizó un corte preciso, sin medir consecuencias.

Sangre, un ojo vaciado, lagrimas en el otro ojo.

Adiós!

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